miércoles, 29 de julio de 2009

¿Te sientes cansado?

Existe una diferencia entre estar cansado y sentirse cansado. Cuando uno está cansado, objetivamente es el resultado de un gran esfuerzo en donde el organismo se agota y necesita reponer las energías gastadas. No es malo cansarse, a veces el no gastar las energías que genera el cuerpo deriva en otras complicaciones. Sin embargo hay personas que sin haber hecho esfuerzos físicos se sienten cansadas. Es mas sus rostros revelan ese cansancio. ¿Qué es lo que sucede? El estrés de este tiempo hace mella en nosotros y cada vez son mas las personas que sienten un agotamiento mental y espiritual. Esto revela un problema que tiene solución.

En la Biblia encontramos hermosos ejemplos de personas que hallaron descanso para sus almas. En el libro primero de Samuel nos encontramos con Ana, una mujer piadosa, pero que sin embargo se sentía angustiada por el hecho de no poder tener hijos. Si leemos todo el capitulo conoceremos la historia completa de esta mujer, no obstante queremos destacar algunos aspectos que nos pueden ser de utilidad.

En primer lugar observamos que Ana gozaba del favor de su esposo, él le daba lo mejor (vs. 4, 5), obviamente las cosas materiales no sirven para calmar la angustia del corazón. Luego vemos que hay algo que anima a Ana, y es la preocupación de su esposo (vs. 8), indudablemente es muy bueno sentirse apreciado y querido, eso fortaleció a Ana que decidió alimentarse. No podemos dejar de pasar el hecho de que las palabras de ánimo y aceptación hacia el otro siempre hacen bien.
Pero lo que se destaca en Ana es que canaliza toda su angustia en la única persona que podía verdaderamente consolarla: Dios. Ora con fervor, pero como dice el vs. 15 ella derramó su alma delante de Dios, es decir desahogó su pena delante del Señor. Es interesante notar que cuando concluyó la oración y su conversación con el Sacerdote Elí, la Escritura nos enseña que Ana se fue “por su camino, y comió, y no estuvo más triste” (vs. 18). Podemos afirmar que luego de orar a Dios y abrir su corazón reverentemente para exponer su causa, recibió el descanso que estaba buscando.

¿Podemos ver hermanos la lección que nos deja Ana? Siempre tendremos problemas y dificultades en el devenir de nuestra vida, algunos de ellos por su complejidad o por su duración en el tiempo podrán angustiarnos, agotarnos, quitarnos las motivaciones, o hacernos sentir fracasados. Todo esto es probable, pero notemos que cuando estamos en esa situación, al igual que Ana podemos hallar en Dios descanso y fortaleza para nuestras almas. La Biblia nos declara que: “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas” (Isaías 40:29). Además en el Nuevo Testamento el Señor Jesús nos hace una invitación: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mateo 11:28).

La oración es un medio extraordinario, Ana si pudiera seguramente nos diría: ¡oren al Señor, hallarán descanso!, es bueno recordar también lo que el apóstol Pablo nos aconseja: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6, 7)

Finalmente hay un punto que es interesante, Ana dejó su carga a los pies del Señor, recibió consuelo, pero también recibió una solución. En este caso fue la respuesta afirmativa para su ruego: Dios le dio un hijo. Él además de consolarnos, siempre nos dará una solución, dentro de sus sabios y perfectos planes; tal vez no la que nosotros pensemos que es la mas correcta, pero seguro la que será para nuestro bien (Romanos 8:28)

¿Te sientes cansado? ¿La carga es cada vez mas pesada? Sigamos el ejemplo de Ana, abramos nuestro corazón en la presencia del Dios santo, justo y amoroso, dejemos todo en sus manos y hallaremos descanso para nuestras almas.

Salmo 23
“Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me
seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

realmente muy acertado el comentario y de mucha edificación, pero sobre todo de gran consuelo para los que a veces esperamos que ésta cansancio nos pase. Dios los bendiga

Anónimo dijo...

Estimadi A.G. esperamos puedas seguir subiendo devocionales a este blog, gracias por compartirlo...

un abrazo, D.R.

Anónimo dijo...

Este devocional es muy edificante a comienzos del año para reflexionar de qué manera queremos empezar el año, si agotados del stress que nos viene desde el 2009 o nuevos para un hermoso 2010. Sigan con los devocionales =)Dani.

Anónimo dijo...

No se adonde escribir si no es en un comentario de devociona. Realmente soy mala para la computadora jaja. Te quería preguntar si leíste el libro El ojo en la tormenta de Max Lucado. Vi los libros que pusiste como favoritos, y me acorde de este que es parecido al de Alijere su equipaje pero tiene un aire de Cuando lo que Dios hace no tiene sentido de Dobson. un beso Danisa

Anáile dijo...

Jolá,gostei muitoOo do seu blog,está maravilhosos^^

Anónimo dijo...

Muy inspirador, me ayudó muchísimo a fortalecer mi confianza en Dios.