martes, 26 de febrero de 2008

SI TENEMOS A CRISTO...

Día tras día nos sentimos azorados viendo la situación caótica en la que vivimos. Unos preocupados por la pérdida de sus ahorros, otros angustiados por la pérdida de sus trabajos, un numeroso grupo de personas intranquilas por la suerte de las obligaciones que contrajeron. A esa situación se agregan las circunstancias que ya estabamos padeciendo, pobreza, inseguridad, desintegración familiar, violencia, etc.

Con seguridad, no estamos refiriendo nada nuevo, es más, probablemente estemos hastiados de estas noticias que lo único que han conseguido es profundizar mas nuestra angustia. Con relación a este punto, observamos que en distintos medios de comunicación hay una preocupación por la reacción emocional de las personas en medio de esta crisis. Distintos son los aspectos que se analizan: Cómo impacta la crisis a los niños, en las relaciones de pareja, en los ámbitos laborales, en la sociedad, en el descanso, etc. Parece que estamos convencidos que esta situación nos está afectando gravemente. Verdaderamente es así. Por eso no nos extraña ver rostros desencajados, intolerancia acompañada de ira.

Ahora bien, ¿y que de nosotros los creyentes en Cristo?. Bien dijo el Señor Jesús: "... estos están en el mundo" (Jn. 17:11), y es cierto, vivimos las mismas circunstancias que aquellos que nos rodean, padecemos sus mismos problemas, y luchamos para salir adelante igual que los demás. Sin embargo hay una maravillosa verdad, el Señor Jesús ora al Padre por nosotros: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Jn.17:15). Esta es la oración intercesora de aquel que es nuestro Sumo Sacerdote.

El apóstol Pablo fue alguien que vivió circunstancias tremendas en su vida, una lista de ellas podemos leerlas en 2ª Cor.11:16-33. Observemos por un momento aquello que fue su convicción: "ninguna cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Rom. 8:39), "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Fil. 4:13), "Cristo poder de Dios" (1ª Cor. 1:24). Pablo encontraba su fortaleza, su seguridad y victoria en Cristo, por eso podía exclamar: "Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús (2ª Cor.2:14).

Hay una frase que expresa una convicción semejante a la del apóstol: "Si tenemos a Cristo, tenemos todas las razones para tener esperanza". Hermanos, en el tiempo que nos toca vivir, recordemos que los creyentes estamos "en Cristo", que "somos de Él" y que tomados de su mano, es decir viviendo en comunión con el Señor, podremos pasar esta situación con esperanza, consuelo, y fortaleza.

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